Ya me cansé de esa extraña mirada
De tu sonrisa malversada
Y de esas maquiavélicas carcajadas.
Ya no quiero sentir el frío de tus manos
Ni la desolación de tus labios,
Ya no quiero ver las noches como cuchillo
Que hace daño.
Ya es hora de vivir, de volver a sentir
Ya es hora de soñar y ser felíz, es momento
De alzar el rostro y mirar al cielo,
Es el instante y lugar perfecto para decirte,
ya no te quiero.